La historia de Pola de Laviana se remonta a la época romana, cuando la zona era un punto importante en las rutas comerciales que atravesaban la región asturiana. A lo largo de los siglos, la localidad ha estado influenciada por distintos grupos, como los visigodos y los musulmanes, hasta convertirse en parte del Reino de Asturias en el siglo VIII. Gracias a su ubicación estratégica en un valle fértil, Pola de Laviana ha sido un centro agrícola clave, un legado que aún se mantiene vivo en su conexión con la tierra.
Culturalmente, Pola de Laviana es rica en tradiciones asturianas. Uno de los momentos más destacados del año es la celebración de las «Fiestas del Carmen», que tienen lugar en julio en honor a la patrona de la localidad. Durante estas fiestas, las calles se llenan de desfiles, música tradicional asturiana, especialmente gaitas, y danzas que muestran el alma vibrante de esta comunidad. Otro evento importante es el «Festival de la Miel», que pone en valor la producción de miel de alta calidad de la región.
La lengua asturiana también está presente en la vida cotidiana y en las manifestaciones culturales de la localidad. Entre los hitos históricos de Pola de Laviana se encuentran la Iglesia de San Nicolás y la antigua estación de tren, que reflejan tanto el patrimonio religioso como industrial del lugar.