La economía de Santander se basa en una combinación de turismo, industrias marítimas y servicios financieros. El puerto de la ciudad sigue siendo uno de los más importantes de España, manejando el comercio con Europa y América, especialmente en sectores como el procesamiento de pescado y el transporte marítimo. Su herencia marítima no solo juega un papel clave en la industria, sino también en el turismo, ya que muchos visitantes llegan para experimentar la cultura marítima de la ciudad.
El sector turístico ha crecido significativamente en las últimas décadas, con una creciente oferta de alojamientos, experiencias gastronómicas y eventos culturales que atraen a visitantes internacionales. Además, el sector financiero tiene una presencia fuerte en la ciudad, siendo el hogar de Banco Santander, uno de los bancos más grandes del mundo.
Santander también ha visto un crecimiento en los sectores tecnológicos y de energías renovables, impulsado por la presencia de instituciones de investigación y universidades como la Universidad de Cantabria, que contribuyen a la innovación y a la diversificación económica.