En los últimos años, Altea ha experimentado una serie de mejoras que han aumentado su atractivo tanto para los turistas como para los organizadores de eventos. La sostenibilidad es una prioridad, con iniciativas enfocadas en promover el turismo responsable y proteger el entorno natural, especialmente sus playas y áreas verdes.
También ha habido un renovado interés por la cultura, con proyectos en curso para expandir el Palau Altea y fortalecer su papel como centro cultural de la región. Además, el casco antiguo ha sido objeto de renovaciones para conservar su encanto histórico mientras se modernizan sus infraestructuras.
El auge del turismo gastronómico y la apertura de nuevos hoteles boutique están posicionando a Altea como un destino de lujo emergente, perfecto para quienes buscan una experiencia mediterránea auténtica con todas las comodidades modernas.