El paisaje arquitectónico de Benisa es una mezcla fascinante de estilos medievales, moriscos y modernos. El centro histórico, conocido como Casco Antiguo, está lleno de calles empedradas estrechas flanqueadas por edificios encalados con fachadas de piedra. Los balcones adornados con barandillas de hierro forjado y macetas con flores añaden un toque romántico al ambiente pintoresco de la ciudad. La Iglesia de la Purísima Xiqueta, una impresionante estructura neogótica que domina la plaza principal, es uno de los hitos más icónicos de Benisa y una visita obligada para los aficionados a la historia y la arquitectura.
Entre las atracciones naturales se encuentra la Sierra de Bernia, una cordillera cercana que ofrece vistas dramáticas y oportunidades para el senderismo. La Playa La Fustera es perfecta para aquellos que prefieren una experiencia de playa más tranquila y aislada, mientras que Cala Baladrar es conocida por sus aguas cristalinas, ideales para el snorkel y el buceo. Playa de la Fossa y el cercano Peñón de Ifach (en la vecina Calpe) están a un corto trayecto en coche y proporcionan vistas icónicas de la costa de la Costa Blanca.
La ciudad también alberga varios museos y espacios culturales más pequeños, como el Casa Museo Abargues, que ofrece una visión de la vida tradicional valenciana. Para un toque más moderno, los visitantes pueden explorar galerías de arte o asistir a espectáculos locales en uno de los espacios culturales contemporáneos de la ciudad.