El paisaje arquitectónico de Santa Pola es una fascinante combinación de fortalezas históricas, edificios tradicionales españoles y estructuras modernas. El principal atractivo arquitectónico es el Castillo-Fortaleza, una fortaleza que ha resistido el paso del tiempo y hoy en día es un centro cultural. Otro sitio notable son las ruinas de la villa romana y la fábrica de salazón, que muestran el antiguo patrimonio de la ciudad.
Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola es una visita obligada. Este vasto humedal alberga aves migratorias y ofrece hermosos senderos para caminar con impresionantes vistas de las salinas. Las playas de la ciudad, como Playa de Levante y Playa Tamarit, son conocidas por su limpieza y accesibilidad, lo que las convierte en lugares ideales tanto para familias como para los aficionados a los deportes acuáticos.
La cercanía de Santa Pola a la Isla de Tabarca la convierte en un punto de partida ideal para excursiones de un día. Tabarca es el islote más pequeño habitado de España y una reserva marina protegida, ofreciendo increíbles oportunidades de esnórquel y buceo. El casco histórico amurallado de la isla añade un encanto adicional, convirtiéndolo en uno de los destinos turísticos más populares de la región.