El paisaje arquitectónico de Villena está dominado por el imponente Castillo de la Atalaya, una fortaleza que data de la época musulmana. Situado en una colina, este castillo ofrece vistas panorámicas de los alrededores y se erige como un símbolo de la importancia histórica de la ciudad. Sus robustas torres y su diseño medieval lo convierten en uno de los sitios patrimoniales más importantes de la región, atrayendo tanto a entusiastas de la historia como a turistas casuales.
El centro de la ciudad también alberga numerosos ejemplos de arquitectura renacentista y barroca, con edificios notables como la Iglesia de Santiago y el Palacio Municipal. Estos sitios históricos reflejan el pasado de Villena mientras añaden al encanto de la ciudad, que invita a los visitantes a explorar sus calles estrechas y serpenteantes.
Más allá de sus monumentos históricos, Villena ofrece varios museos, como el Museo Arqueológico, que alberga una impresionante colección de artefactos de la Edad de Bronce, entre ellos el famoso Tesoro de Villena, un importante hallazgo de oro. Para los amantes de la naturaleza, los parques y jardines de Villena, como el Parque de la Celada, ofrecen espacios serenos para relajarse y disfrutar del aire libre, lo que aumenta el atractivo de la ciudad como un destino completo.