La historia de Alfafar se remonta a tiempos antiguos, con influencias de los romanos, los moros y más tarde los cristianos. El nombre de la ciudad proviene de la palabra árabe «Al-Hafar», que significa «el pozo», reflejando las raíces moriscas de la zona y su importancia como centro agrícola durante ese periodo. Tras la Reconquista, cuando los cristianos recuperaron la región del control moro, Alfafar se convirtió en una parte integral de la economía agrícola de Valencia, con una fuerte tradición en el cultivo de arroz gracias a su proximidad a la laguna de la Albufera.
Culturalmente, Alfafar está profundamente conectada con las tradiciones valencianas, celebrando festivales locales como Las Fallas, que es famoso en toda la región. Durante este evento, grandes esculturas intrincadas se queman en ceremonias espectaculares, acompañadas de desfiles, fuegos artificiales y música tradicional. Otro festival importante es la Semana Santa, durante la cual las procesiones y eventos religiosos llenan la ciudad, ofreciendo a los visitantes una visión del rico patrimonio religioso y cultural de la región.
Las costumbres locales también incluyen la celebración de danzas tradicionales valencianas y el uso del idioma valenciano, junto con el español. El rico patrimonio cultural de Alfafar se refleja en sus numerosos monumentos históricos e iglesias que invitan a los visitantes a descubrir su pasado.