En los últimos años, Carcaixent ha experimentado varios proyectos de mejora de infraestructuras con el objetivo de aumentar la calidad de vida de sus habitantes y visitantes. Entre ellos se encuentran la modernización del transporte público y la creación de nuevas áreas peatonales que hacen que la ciudad sea más accesible y agradable para explorar a pie.
La ciudad también está apostando por iniciativas ecológicas, como la promoción de la agricultura sostenible y el aumento de las zonas verdes. Existen planes para desarrollar aún más el agroturismo, ofreciendo a los visitantes experiencias inmersivas en la industria citrícola local, con talleres y degustaciones.
Además, se han llevado a cabo esfuerzos de restauración de varios edificios y monumentos históricos, lo que aumenta el atractivo turístico de la ciudad y preserva su rico patrimonio cultural para las generaciones futuras.