La historia de Oliva está marcada por la influencia de diferentes civilizaciones, como los romanos, los árabes y los cristianos. Durante la época musulmana, la ciudad floreció y su huella aún se percibe en la estructura de su casco antiguo y en las fiestas que celebran este pasado. Tras la Reconquista cristiana en el siglo XIII, Oliva se consolidó como una ciudad importante en la región, y muchas de las iglesias y monumentos actuales datan de este período.
Culturalmente, Oliva es conocida por sus festivales y tradiciones. El festival de Moros y Cristianos es uno de los eventos más importantes del año, donde los lugareños recrean las batallas históricas entre árabes y cristianos con desfiles, música y trajes espectaculares. Otra celebración destacada es la de las Fallas, en marzo, donde grandes figuras de cartón piedra se queman en honor a San José, acompañadas de fuegos artificiales y actividades culturales.
La ciudad también conserva varias costumbres locales relacionadas con la agricultura y la vida rural. Las ferias de productos locales y la artesanía tradicional siguen siendo una parte importante de la vida en Oliva, lo que permite a los visitantes sumergirse en la cultura valenciana.