Tabernes Blanques cuenta con una rica historia que se remonta a la época romana, como muchas localidades de la región valenciana. A lo largo de los siglos, ha visto una mezcla de influencias romanas, moriscas y cristianas, todas las cuales han dejado su huella en la arquitectura, las tradiciones y el modo de vida de la ciudad. La ciudad adquirió mayor relevancia en el siglo XX, cuando comenzó a consolidar su reputación como un centro de producción de cerámica, una artesanía que sigue siendo próspera en la actualidad.
Culturalmente, Tabernes Blanques está estrechamente ligada a sus raíces artesanales. Es conocida por ser la cuna de Lladró, una de las empresas de cerámica y porcelana más famosas del mundo. Los visitantes pueden recorrer el Museo Lladró y ver de primera mano cómo se elaboran estas exquisitas obras de arte, lo que lo convierte en una visita obligada para los amantes del arte y la historia. La ciudad también celebra festivales tradicionales españoles, como las famosas Fallas en la cercana Valencia, que llenan las calles de desfiles vibrantes, esculturas y fuegos artificiales.
Las tradiciones locales están profundamente arraigadas en la cultura valenciana, con fuertes lazos con el pasado agrícola y artesanal de la región. Los residentes de la ciudad mantienen con orgullo costumbres como la «fiesta mayor», una celebración local que reúne a la comunidad durante varios días de banquetes, bailes y procesiones religiosas. Estas tradiciones brindan a los visitantes una auténtica visión del corazón de la vida valenciana.