La economía de Torrente ha estado históricamente vinculada a la agricultura, especialmente al cultivo de cítricos, olivos y viñedos. Sin embargo, en las últimas décadas, la ciudad ha diversificado su economía y ahora también depende de la manufactura, los servicios y el turismo. Su cercanía a Valencia la convierte en un punto clave de actividad económica en la región.
El turismo está en constante crecimiento, especialmente gracias a su patrimonio cultural y la tranquilidad que ofrece en comparación con la ciudad de Valencia. Además, Torrente cuenta con una fuerte tradición artesanal, destacando la producción de cerámica y textiles, productos que siguen siendo elaborados con métodos tradicionales y que son muy valorados por los visitantes.
En términos de infraestructura, Torrente cuenta con una base sólida de servicios educativos y de salud, lo que ha contribuido a su crecimiento demográfico y económico en los últimos años.